Hablamos con la productora del corto Visibles, del Ciclo Documental de Derechos Humanos y Diversidad Sexual, sobre la vejez, el trabajo como productora y muchos otros temas.
Desde pequeña le maravilla ver una película, contar una historia a través de imágenes, que esas imágenes creasen sensaciones y emocionasen. Ahora, además de eso sobre todo busca dar voz e imagen a aquellos que no la tienen, así comenzó Ainhoa Urgoitia con su pasión por el cine.
Ha producido varios cortometrajes de ficción: Atrapar el viento, Entre la sombra y la vida, el corto documental Cosiendo Futuros y ahora su primer largometraje documental Bidean Jarraituz- Siguiendo en el Camino.
A la hora de escoger una sola película, como a la mayoría de personas que trabajan en algo que tenga que ver con el cine se bloquea un poco “Buf, no sabría quedarme con una única, hay tantas, cualquiera de Willy Wilder, Hitchcock”. De su profesión como productora resalta la dificultad de conseguir financiación, ya que muchas veces tienes proyectos y no los puedes sacar adelante por falta de financiación y eso, al final, pasa factura.
Pero Ainhoa produce aquel proyecto que le mueva por dentro, que pueda provocar un debate o un cambio en alguien. “Me interesa visibilizar todo aquello que la sociedad esconde, me gustaría vivir en una sociedad más justa por y para todos y todas”.
Cuando trabajaba como programadora en el Festival Zinegoak se dio cuenta de que de todos los cortos recibidos solo uno trataba la vejez comenzó a investigar la manera en que se abordaba la vejez en el cine y publicidad y le pareció que la vejez se trataba de esconder, no gustaba. Poco después vio a Federico Armenteros hablado sobre los mayores del colectivo LGBT+ en televisión y pensó que algo se estaba haciendo mal por parte de la sociedad para permitir que la gente viva aislada y sola y a nadie le interese.
Lo que buscaba con el corto Visibles era preguntar por que esa vejez no nos gusta, sacar del sueño de los justos a los mayores. “Se habla mucho de derechos, de todo lo que se está consiguiendo, pero si no fuese por nuestros mayores no gozaríamos de esos derechos y parece que nadie lo reconoce”. Quiere romper el estereotipo creado por el sistema capitalista que asume que si no eres productivo estas fuera de la sociedad.